Arturo Zablah: “No estoy hablando de socialismo”


El empresario Arturo Zablah asegura que está esperando las condiciones para lanzar su candidatura dentro de una amplia alianza que incluya sociedad civil y diversos partidos de oposición, específicamente desde la izquierda política.
Aunque asegura que no ha tenido reuniones para discutir candidatura con los dirigentes de partidos, acepta haber sostenido dos reuniones con el delegado del partido comunista de Cuba para Centroamérica, Ramiro Abreu.
Desde que hizo pública su aspiración, su celular y su teléfono en su despacho en industrias Capri no dejan de sonar, incluso esta entrevista se efectuó en medio de solicitudes de entrevistas de otros colegas, de llamadas de dirigentes políticos para tener información de primera mano y llamadas de conocidos de Zablah.
En medio de todo eso, y anteponiendo su experiencia como ex ministro de Economía y ex presidente de CEPA, adelanta que quiere generar un debate de altura y expone sus principales ideas: eliminar el IVA a los alimentos y medicinas, un nuevo colón, respetar las privatizaciones y una nueva reforma fiscal.

¿Cómo es que un empresario que por años fue ubicado en la derecha política ahora contempla la posibilidad de ser candidato presidencial de la izquierda?
Como empresario definitivamente hay una responsabilidad social en todos los órdenes, desde el pago de sus obligaciones sociales, la generación de empleo digno, el respeto a las diferentes leyes y la protección del medio ambiente. Entonces en mi calidad de empresario, me parece, se puede compatibilizar esto con intentar la posibilidad de una candidatura presidencial...
El segundo punto tiene que ver con dos gobiernos, como usted los califica de corte de derecha, pero hay que considerar lo que uno hace y cómo se hace en esos gobiernos. Por ejemplo las actitudes, los trabajos.

¿Considera que su propuesta presidencial elaborada en 2003 continúa vigente a este momento?
Sí, aunque hay que adaptarla. Por ejemplo el tema de la reforma fiscal es un tema que tiene vigencia hoy más que nunca; se tiene que considerar el tema del deterioro en los ingresos de las y los salvadoreños que ha sido creciente, el salario mínimo actual compra el equivalente a la tercera parte de lo que usted compraba con un salario mínimo hace 25 años. Tiene además en el tema de los ingresos los abusos en los servicios públicos y financieros. Todo esto lo que ha hecho es restarle a los ingresos y sin ingresos en un esquema de amplias libertades económicas usted no puede sobrevivir, porque aquí no estamos hablando de cartillas de racionamiento, estamos hablando del ingreso proveniente del trabajo de las personas.

En las estrategias generales de su propuesta afirma que en el plano económico, educativo y social “la tendencia actual se puede revertir con un sistema de amplias libertades económicas”. ¿Es posible eso desde una visión de izquierda?
Con todo respeto le digo a mí no me gusta, no puedo encajonarme en una visión de esto o de lo otro. ¿Por qué? La tal visión de izquierda o de derecha es bien distorsionante cuando no ubica qué izquierda. Por ejemplo, si usted no ubica la socialdemocracia, que es de izquierda, o los socialcristianos que es izquierda, o los socialistas o los comunistas, el esquema se le vuelve un “omelet” y entonces hay gente que se empieza a enredar en eso, y lo que estoy evitando es precisamente eso. Pero si estamos hablando de un esquema de ampliar libertades, estamos hablando de un esquema donde funcione la oferta y la demanda, en donde hay un equilibrio entre Estado, sociedad y mercado. ¿Cómo se le va a llamar a eso? Es un esquema salvadoreño que toma lo mejor de lo que ha funcionado en otros países. De un esquema de un alto contenido social, no estoy hablando de socialismo.

¿Y usted qué países tiene en su visión?
El Salvador.

¿Pero para dar un ejemplo?
Hay ejemplos interesantes de países donde le han dado mucho apoyo al sector privado: grande, mediano, pequeño, microempresa, y que esto ha permitido una producción de riqueza y una distribución del ingreso impresionante basándose en reglas claras de mercado, que aquí no están funcionando.
Por otro lado el esquema fiscal que es importantísimo en el tema de la redistribución del ingreso —note usted y quiero ser franco que no estoy hablando de la distribución de la riqueza, sino del ingreso, estoy hablando del salario, de utilidades— para que con esto se pueda hacer la obra social que le conviene a todos.

Tomando en cuenta que el FMLN tiene una buena cuota de votos en la alianza que está buscando, ¿considera que sus ideas podrán persuadir a los militantes de “hueso duro” del FMLN para que vean en usted una opción?
Mire, no lo sé. La pregunta es muy concreta y esta es la respuesta que tengo en mente: No lo sé.
No le puedo contestar mientras no tenga algunas reuniones con ellos donde se hable de temas específicos en los campos económico, político y social.
He tenido reuniones con varios partidos para hablar de temas específicos como la dolarización, el TLC, la política energética, de eso he tenido pláticas con miembros de todos los partidos políticos.
Esto es un intento, estoy haciendo todo lo que puedo, si por alguna razón no están todas las condiciones dadas, tanto en la amplia alianza de la sociedad civil como en la alianza con los partidos políticos —de los cuales el FMLN ocupa una posición muy importante y no se puede negar—, simplemente vamos a informar que se hizo el intento y que no están dadas las condiciones.

¿Usted ya se ha tenido reuniones con Ramiro Abreu (delegado del partido comunista de Cuba para Centroamérica)?
Sí, tuve dos reuniones. Una en un cumpleaños que fue totalmente informal, fue una plática donde me lo presentaron, yo no lo conocía; y otra donde ya hablamos un poquito más de temas específicos, pero le vuelvo a insistir, eran temas como por ejemplo la situación económica, esto y lo otro, quería escuchar cómo estaba la situación acá; no hubo un tema directamente de política ni ningún compromiso.

¿No se discutió una posible candidatura?
No, honestamente no.

En un reportaje publicado por la revista Newsweek en julio de 2003 lo citaban diciendo de la gestión del ex presidente Francisco Flores: “Este Gobierno ha trabajado en bien de los pocos privilegiados y en detrimento de la vasta mayoría de la población”. ¿Lo dijo por la dolarización o por toda la gestión de él?
Acordémonos que en la gestión de Flores su columna vertebral en política económica fue la dolarización y lo demás lo dejaron prácticamente de lado. La dolarización favoreció a los más ricos, especialmente a los que han especulado; otra cosa, ¿de dónde han salido fondos para más o menos paliar el presupuesto? De ponerle IVA a los medicamentos y la canasta básica, que fue una medida muy dolorosa para la población y que le restó mucho poder de compra. Basándose en eso le puedo decir que el gobierno de Flores sí estuvo trabajando para favorecer a poca gente.

Pero en este momento, a estas alturas, ¿podemos dar vuelta atrás y revertir la dolarización?
Hay que buscar convivir con la dolarización, no hay duda de que no se puede revertir así de tajo a rajo y quitar los dólares y meter los colones. Es imposible. Eso generaría problemas mayores.
Pero eso no quita que tenga que hacerse un análisis en buscar cómo resolver este problema y tengo tres opciones: un nuevo colón con otro tipo de cambio y otras condiciones; en segundo lugar, una canasta de monedas para que si el dólar se devalúa el euro ayude, o el yen; y tercero, la posibilidad de una moneda común centroamericana que pudiera servir para términos de intercambio muy importantes. Puede haber otras soluciones, pero me parece que pueden ser tres en el aspecto monetario que puedan ayudar.

¿Cuál es su propuesta en temas de renta e IVA?
En el caso del IVA, eliminarlo de los medicamentos y de la canasta básica, para ser bien específico, esto tendría que compensarse con un IVA más alto a ciertos productos suntuarios.
México tiene 15% de IVA, en alimentos y medicinas es cero. Francia, el 19.6%, que es la tierra donde se inició el IVA, alimentos, 5.5, y en medicinas el seguro social lo reembolsa; en Estados Unidos es 7%, pero si tiene tarjeta no paga un centavo en el tema de medicamentos... Le estoy dando ejemplos de que sí se puede un IVA diferenciado para compensar con productos suntuarios como carros de lujo, yates, helicópteros, alcoholes, todas estas cosas dañinas para la salud y alguno que otro elemento suntuario.
En el tema de la renta se tiene que quitar el peso de la renta a las clases más desposeídas, tiene que ser un impuesto progresivo, no regresivo. Quiero recalcar que es propuesta. La renta tendría que subirse un poco a las empresas a cierto nivel y no dejar el último nivel de 25% sino que subirlo a un 30%, que no es mucho, pero sí que puede generar mayores ingresos.

¿Entonces usted propone una reforma fiscal?
Claro, una reforma fiscal donde la parte que estamos platicando es la parte tributaria, impuestos. Pero también está la parte que tiene que ver con inversión pública y gasto público. Me va a preguntar qué quiero decir, bueno, gasto público en una muy estricta supervisión y muy estricta austeridad con una verdadera prioridad en lo que se va a estar gastando.

Hay muchas empresas que subsisten de inversión que hace el Estado. ¿Cómo evitar que quede desfinanciado el Estado para que continúe invirtiendo?
Me parece que tiene un componente muy interesante. Hay personas, instituciones o empresas que dan servicios al Gobierno, esta deuda que tiene el Gobierno con estas empresas es muy grande, entonces qué hace: le paga una cantidad, pero vuelve a endeudarse. Un programa fuera sacar colones y usarlos para pagarle a todas las empresas mediante un esquema muy ordenado y bien fiscalizado. Hacer un pago rápido. En cuestión de un mes ya ha limpiado esa deuda. ¿Qué va a suceder? Esos colones se van al sistema y le daría un impulso a la economía con algo que no va a generar inflación.

¿Por qué no va a generar inflación?
Porque ya fueron actividades desarrolladas, lo único que se está haciendo es pagando una actividad que ya se hizo y no una actividad nueva.
Le pongo un caso al revés, donde las cosas no están bien hechas: usted viene, agarra mil millones de dólares y los comienza a regalar a la gente, eso sí genera inflación y es una demagogia espantosa.

¿Y cómo visualiza el concepto de deuda externa?
Es bien delicado. Está llegando a niveles críticos, arriba del 40%-45% del Producto Interno Bruto (PIB), y el problema es que al estar dolarizados tenemos que tener un flujo positivo porque no hay expansión; entonces se debe pagar la deuda interna y la deuda externa en dólares. En la forma en que yo lo planteo, la deuda externa se pagará en dólares o euros, pero la interna se va a pagar en colones y le resta presión a los dólares. Porque los compromisos a 2009, 2010 y 2011 son bien altos en términos de capital e intereses y del fondo de pensiones.


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