
¡Dejémonos de pajas!
Lo siguiente es una columna que escribí, pero que no voy a publicar. Por razones obvias. Trasciende el ámbito de opinión periodística, por tanto atentaría contra mi credibilidad como analista. Sin embargo, hay que hacer este planteamiento. No hacerlo significa facilitar el triunfo del FMLN. Entonces, léanlo como insumo para una discusión ‘interna’.
Los que no están de acuerdo que llegue a gobernar el FMLN son mucho más que los que quieren que siga gobernando ARENA.
Este es el problema de Rodrigo Ávila: No ha logrado convencer a toda la gama de gente y sectores que están en contra de un experimento con el FMLN en el gobierno. Por esto, ARENA no ha crecido más allá de su voto duro.
En cambio, Mauricio Funes ha logrado trascender considerablemente el voto duro del FMLN. Está atrayendo a una buena parte de los votantes que están en contra de ARENA, votos tradicionalmente de derecha. Está incluso convenciendo a una parte de la gente que tiene desconfianza al FMLN, creando la ilusión que el FMLN ha cambiado, que Funes es más moderado y que él va a mandar...
Las elecciones presidenciales pasadas las ganó Antonio Saca con gran mayoría, porque logró sumar al voto histórico de ARENA el voto de amplios sectores que no querían permitir que gane Schafik Handal.
Schafick también hizo crecer al FMLN sumando al voto duro un considerable voto anti-ARENA. Saca ganó porque el voto anti-FMLN era mucho más grande que el voto anti-ARENA.
Hoy parece al revés. Parece que en 2009 el voto anti-ARENA es más fuerte y numeroso que el voto anti-FMLN. ¿Por qué se ha invertido la situación? ¿Ha cambiado ARENA para peor? ¿Ha cambiado el FMLN para mejor?
El FMLN sigue siendo el mismo FMLN. Es más, el FMLN del candidato Schafik todavía era más democrático, menos monolítico. El FMLN del 2004 todavía hacia elecciones primarias, y Schafick y Salvador Sánchez casi perdieron el voto por la candidatura y por la dirección del partido. En el FMLN de 2004 todavía existía una fuerte corriente crítica a la dirección del partido. Hoy ya no existe nada de esto. Si el FMLN ha cambiado, es para más centralista, más conservador, más autoritario. Sin embargo, hoy tiene un candidato que logra proyectar una cara nueva, moderada, y un programa que a primera vista parece socialdemócrata y donde todas las reivindicaciones revolucionarias y tendencias autoritarias están escondidas entre líneas.
ARENA sí ha cambiado. No en su esencia ideológica, pero en su funcionamiento interno. La conducción vertical que Tony Saca y René Figueroa le han impuesto, le ha costado a ARENA lo más valioso de su historia: su carácter inclusivo, su pluralidad interna, el equilibrio entre sus sectores y poderes, la alternabilidad interna, y su capacidad de reinventarse para cada elección. Tiene un candidato que no ha mostrado capacidad de corregir estos errores y a rehacer la alianza, la amplitud y el pluralismo de su partido.
Resultado de esto, muchos de los que tienen bastante (o todo) que perder con la llegada al gobierno del FMLN, no están en primera línea para evitar que esto pase. No se si están en otras líneas. Da la impresión que, luego de todas las batallas que han tenido en ARENA, al candidato está solo y condenado a ser el candidato del continuismo.
Hay ya fuerte dosis de resignación en las filas de la derecha, y esto se refleja en las encuestas.
La parte de la derecha que no apoya a la candidatura de Ávila, representa precisamente el porcentaje que separa a Ávila de Funes. Cerrando la brecha interna, cerraría la brecha en la intención de votos. Así de simple como lo demostró Manuel Hinds en una columna.
No se ve a los ex-presidentes cerrando filas con Rodrigo Ávila, ni a los precandidatos que compitieron contra él en las primarias; ni a los empresarios históricamente ligados a ARENA. Yo los entiendo: No están de acuerdo con el proceso interno, no se quieren supeditar a la manera cómo se está conduciendo el partido. Y quieren cobrarle a Tony Saca sus errores, las exclusiones y los hostigamientos.
Pero tienen que pensarlo bien. Una cosa es castigar al grupo dominante de ARENA y otra es permitir que llegue a gobernar el FMLN.
Castigar a ARENA, sacudirlo, reformarlo, sustituirlo, disolverlo (según las conclusiones de cada uno) – para todo esto habrá tiempo después de las elecciones. Antes de las elecciones hace falta un gran pacto que incluye solamente dos puntos: cómo ganar, y cómo gobernar. Nadie tiene que darle a Rodrigo Ávila un cheque en blanco. Es un pacto donde todos reciben y todos dan: apoyo activo en la batalla electoral contra acuerdos claros sobre gobernabilidad, reformas, transparencia, lucha contra la corrupción.
Los que representamos la izquierda democrática, estamos en la misma situación de la derecha desencantada con ARENA. Hemos dicho claramente que ARENA está obsoleto. No estamos de acuerdo con el continuismo que se ha impuesto dentro de ARENA. Pero no queremos permitir una victoria del FMLN. Frustración y resignación son asesores que no nos podemos dar el lujo de contratar en estos tiempos. Además la izquierda democrática comparte responsabilidad de la situación: No hemos logrado crear una alternativa de oposición y de alternabilidad. Es en parte por culpa nuestra que ahora no hay otra opción que incorporarnos en un pacto amplio contra el FMLN.
Dejémonos de paja todos, de derecha e izquierda: La única manera de evitar a un gobierno del FMLN es hacer ganar a Rodrigo. Hagamos un pacto para facilitar esto, y para después evitar que el continuismo se imponga. Y tengamos el valor y los huevos para decirlo, los desencantados tanto de derecha que de izquierda: Es tiempo para un pacto de todos contra el FMLN. Cualquier otra cosa es paja.
ResponderEliminarDear, Alfredo!
Long time no see.
This photo is very nice.
I like it.
Have a wonderful day.
Giein
Debemos de crear una amplia alianza para derrotar al FMLN, no cabe duda que Mauricio Funes (de ser electo presidente) no podrá llevar las riendas del país y en el fondo será los duros, los radicales del Frente, quienes manden e impongan. Y siendo mal pensados, no es descabellado pensar que son capaces de "ajusticiarlo" para ellos quedarse con el poder total de la mano de Sánchez Cerén...
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