Quiero rescatar un comentario aparecido en este blog que tiene que ver con el caso del hijo del diputado Parker y es el siguiente:
"Mientras estaba en el salon VIP de TACA, el domingo (por las fechas se deduce que se refiere al domingo 23 de marzo), atras mio estaba una familia que no paraba de llamar por el celular. Hablaban tan alto que me di cuenta de que un hijo de ellos estaba detenido en St Tomas junto a otros amigos. 'Parker ya hablo con el embajador para que nos ayude. El martes es la vista publica. Lo que sabemos es que hay un video de prueba. No sabemos de que los acusan', decia el preocupado padre. Hablaba, en repetidas ocasiones, de los contactos de este tal Parker. Me doy cuenta, ahora, al leer el blog, que se trata -ni mas ni menos- de uno de nuestros padres de la patria. Ya me imagino que si fuera un pobre mortal que no tuviera contactos ni tanto dinero -en efectivo y de dudosa procedencia- el que estuviera en ese problema ya estaria hasta condenado."
No dudo que el diputado Parker tenga muchos contactos en el país y que bien podría estarse valiendo de ellos (digo, por aquello de ofrecer $100,000 contantes y sonantes como fianza para que sean puestos en libertad, tomando en cuenta que su salario mensual como directivo de la Asamblea es de $5,225).
Pero de ahí a que el embajador de Estados Unidos en El Salvador, Charles Glazer, vaya a meter las manos al fuego por un político salvadoreño no me suena mucho. Además hay que tomar en cuenta que Glazer tiene poco tiempo en el país y para que alguien defienda a capa y espada a otra persona se hace sobre la base de una amistad sólida. Al menos, eso creo yo.
Otro aspecto a tomar en cuenta es que es muy conocida la forma en la que opera la democracia norteamericana, en donde sí opera la independencia de poderes y no como en El Salvador en donde uno no sabe suponer los límites y alcances de cada uno de los poderes del Estado y que más parecen que todos obedecen a un presidencialismo asfixiante.
¿A qué quiero llegar? Al hecho que el diputado Parker se debe enfrentar a un problema en donde poco le pueden valer el tráfico de influencias como fácilmente ocurre en nuestro país (resulta extraño que muy pocos medios han retomado el caso) . En conclusión: Una prueba de fuego, porque las cosas no serán tan fáciles como en El Salvador.
Solo queda esperar el desarrollo de los acontecimientos y luego sacar valoraciones.
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