viernes, 18 de abril de 2008

Las campañas políticas se ganan con simpatías, imagen y popularidad

Parecerá contradictorio y quienes se consideran analíticos hasta pueda que pongan el grito en el cielo por semejante aseveración, por que he dejado de fuera las propuestas, el debate y el análisis de la campaña presidencial.
Aceptémolo, en El Salvador la contienda electoral se gana con simpatías, imagen y popularidad, punto.
Esperaremos pues, una campaña de Rodrigo Ávila basada más en carisma que cualquier otra cosa y que ARENA explote lao antipático del candidato farabundista, Mauricio Funes. Léase, su arrogancia.
No es de extrañar la estrategia, sino vean lo que está ocurriendo en Estados Unidos con las primarias de los demócratas (que ya parecen eternas). El miércoles por la noche los precandidatos Hilary Clinton y Barack Obama en el debate considerado “crucial” porque se desarrollaba previo a las primarias en el Estado de Pensilvania, ambos se enfrascaron en sacar a relucir y resaltar los deslices cometidos por ambos en los últimos meses.
Clinton volvió a criticar el comentario que hizo Obama hace algunos días sobre que, en tiempos económicos difíciles la clase obrera se aferra a las armas y a la religión “por amargura”; mientras que Obama le echó en cara por decir que, durante una visita a Bosnia en 1996, debió aterrizar en medio de fuego de francotiradores.
Los precandidatos demócratas han tenido que llegar a este punto de cosas luego de tan larga campaña interna. Eso pasa en contiendas largas donde se terminan los temas de interés y, después de tanto tiempo, ya nadie se acuerda de las propuestas sino de los yerros. Así como están las cosas, en El Salvador nos encaminamos hacia eso mismo.
A un año de las elecciones, el arenero Rodrigo Ávila y el efemelenista Mauricio Funes se encaminan hacia ese rumbo. ¿Cuál debate de ideas? La campaña serán cancioncitas, bailecitos, sonrisas, simpatías y ataques. Ataque a los errores del oponente.
La primera controversia sobre la mesa la ha lanzado Funes contra Ávila en la entrevista en TCS, donde dijo que Ávila había aceptado en una entrevista que había matado a alguien y que en su juventud formó parte de las extintas defensas patrióticas en tiempos de la guerra civil. Según he conocido por buenas fuentes, este hecho pretende ser explotado al máximo por el Frente y andan en busca de una fotografía de esa época.
¿Pero qué me llega a pensar que la campaña se va a manejar más por sensaciones y percepciones? Por que ambos partidos necesitan asegurar los votos logrados en la pasada elección (las de Saca contra Schafik) donde ARENA logró más de 1 millón 300 mil votos, mientras que el FMLN obtuvo un poco más de 800 mil; entre ambos obtuvieron 2 millones 100 mil votos de los 2 millones 317 mil 981 salvadoreños que acudieron a las urnas, la votación más grande en la historia del país. Acordémonos que todo voto cuenta y no solo necesitan de los llamados “votos inteligentes”, que también cuentan pero no son los únicos. En este aspecto difiero de todos aquellos analistas que dicen que quienes definirán las próximas elecciones son los 500 mil sufragios de los “votantes activos”.
Y estoy más seguro que las campañas serán más cancioncitas y bailes que propuestas luego de ver las últimas encuestas donde por primera vez el FMLN aventaja a ARENA en preferencia de votos.
La encuesta, realizada para EDH por Borge y Asociados reveló en la pregunta “Si las elecciones fueran hoy...” que Mauricio Funes (26.8%) lograría una ventaja de 7 puntos porcentuales sobre Rodrigo Ávila (19.7%). Sin embargo, hay 51.5 por ciento de indecisos. la encuesta también revela que en este momento Funes resulta con mejor imagen por un margen muy considerable de 23 puntos contra 8.5 por ciento negativo para Ávila.
En la encuesta de LPG, también de esta semana, a la pregunta de si las elecciones fueran este domingo, el 33.6% apoya al FMLN y el 24.7% a ARENA. La ventaja del FMLN es de 8.9 puntos. A diferencia de EDH, solo el 19% no respondió y otro 19.9 dijo que no votará; otras variables interesantes son que Funes aparece con un saldo de +56.2% de opiniones a favor o en contra sobre el candidato, mientras que Ávila logra solo un +19.8%.
Aceptémolo, en El Salvador la contienda electoral se gana con simpatías, imagen y popularidad. Punto.

P.D.: Aclaro que no hablo del resto de partidos por dos razones: La historia reciente nos demuestra que las elecciones se definen entre ARENA y FMLN; y la segunda es que, en este momento, el resto de partidos pequeños ni siquiera tienen candidatos.

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