El profesor en la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, ha publicado este interesante análisis sobre las estatización de algunas de las empresas en crisis en los Estados Unidos y que ha impactado a la economía global. Incluida la salvadoreña.
Roubini, quien fue economista jefe del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca (1998 y 1999) durante la gestión de Bill Clinton y asesor del Departamento del Tesoro de E.U.A. (1999-2000), plantea cómo las últimas decisiones políticas adoptadas por la administración Bush en materia económica acerca a los acérrimos defensores del libre mercado hacia una política de corte socialista, pero socialista sólo para los intereses de los sectores más cercanos al poder.
"Ahora son comunistas que nacionalizan empresas y socializan sus pérdidas con el dinero de los ciudadanos" asegura Roubini quien es considerado en la actualidad como uno de los economistas independientes más respetados en Washington.
Acá dejo el ensayo completo que fue traducido y publicado esta semana por varios medios de comunicación en el mundo.
La transformación de los USA en la USSRA
(Estados Unidos Socialistas de América)
(Estados Unidos Socialistas de América)
Toda esta crisis fue creada por un grupo de fanáticos acérrimos del libre mercado y de recortar la intervención del Estado en la economía, pero no se dieron cuenta que los mercados requieren regulación.
Por: Nouriel Roubini*
La semana pasada argumentamos que, con la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac, los camaradas Bush, Paulson y Bernanke iniciaron la transformación de los Estados Unidos de América (USA) en la USSRA (Estados Unidos Socialistas de América). Esta transformación en un país de socialismo para ricos, los que están bien conectados y Wall Street (privatizan las ganancias y socializan pérdidas) avanza con la nacionalización de AIG. (Foto El Periódico de Guatemala)Esta acción sobre AIG sigue una variedad de políticas que implican una intervención gubernamental masiva –y a menudo defectuosa– en los mercados financieros y en la economía: el rescate de los accionistas y acreedores de Bear Stearns; el rescate de Fannie , Freddie; el uso de cientos de billones de dólares de los contribuyentes para apuntalar y rescatar a los bancos y, por primera vez desde la Gran Depresión, para rescatar a entidades que no son bancos.
Así pues, con la nacionalización de AIG, los camaradas Bush, Paulson y Bernanke le dan la bienvenida a la USSRA. Por lo menos en el caso de Fannie Mae y Freddie Mac eran semi-estatales. Ahora,tenemos el primer caso de una compañía privada, en realidad la compañía de seguros más grande del mundo. De manera que el Gobierno de USA es ahora la compañía de seguros más grande del mundo.
Permítanme extender mis argumentos de por qué esta toma de AIG por el Gobierno es temeraria y defectuosa, debió y pudo haberse evitado. Había otras formas de tratar los potenciales efectos sistémicos del colapso de AIG… Primero, nótese que la Fed y el Tesoro trazaron una línea en la arena con su decisión de no rescatar a Lehman Brothers; pero dos días después, el tsunami financiero del siglo borró esa línea y condujo a la madre de todos los peligros morales con la nacionalización de AIG que costará a los contribuyentes US$85 mil millones.
Es probable que los accionistas de AIG puedan quedar sustancialmente barridos, pero entonces, ¿por qué el Gobierno toma solamente un 80 por ciento de las acciones de AIG? ¿Por qué no el 100 por ciento como debiera? De manera que si por un milagro, AIG no es liquidada, tales accionistas privados, en lugar de quedar totalmente barridos, obtendrán un beneficio.
Habría sido más honesto, limpio y apropiado llevar a AIG a la corte de bancarrota y luego proporcionar el apoyo del Gobierno. ¿Por qué no se tomó esta solución?. Y como en el caso de los bancos involucrados en las hipotecas subprime, los reguladores de seguros estaban dormidos en el timón, mientras AIG utilizaba a los mejores suscriptores de pólizas instándoles a no invertir en bonos seguros, sino en asegurar basura tóxica. ¿Por qué estaban dormidos en el timón, mientras AIG estaba realizando el fraude del siglo involucrándose en un negocio –seguro de bonos– que era tóxico y causó su muerte? ¿Por qué se permitió que AIG se convirtiera en algo demasiado grande para fallar, pero se le permitió entrar en un negocio donde no debió haber estado?
Hay toneladas de preguntas que la patética declaración de la Fed no responde, creando incertidumbre y confusión. A AIG debió permitírsele ir a la corte de bancarrota que tiene leyes y una historia de cómo tratar reclamos de una compañía insolvente.
Al nacionalizar la AIG, el Gobierno ha abierto las compuertas a las demandas de empresas privadas para ser rescatadas. Ya Ford y GM están solicitando garantías para sus préstamos, y el Congreso lo está considerando. Luego vendrán las aerolíneas y muchas otras. El argumento de los suplicantes será: “Si estamos rescatando firmas de Wall Street y pronto serán los bancos, ¿por qué no rescatamos a empresas de la calle como Ford y GM? Después de todo, Bear Stearns sólo tenía 20 mil empleados, mientras que Ford y GM tienen cientos de miles”.
De manera que más pronto que tarde, la transformación de USA en la USSRA estará completa: hemos derrotado a la URSS para crear una economía socialista en la más avanzada economía de libre mercado del mundo. Y al llamarla socialista (aunque sea socialismo para ricos, los que están bien conectados y Wall Street) le da un mal nombre todavía a un experimento fallido como el socialismo; esto está más cercano a la creación de un estado corporativo (como el Fascismo Italiano o el Tercer Reich de Alemania), donde el Gobierno es tomado por intereses privados corruptos y temerarios.
La paradoja es que toda la crisis fue creada por un grupo de fanáticos acérrimos del libre mercado y de recortar la intervención del Estado en la economía. Eran tan fanáticamente ideólogos del laissez faire que no se dieron cuenta que los mercados financieros sin reglas apropiadas, supervisión y reglamentos son una jungla en la que la codicia –no mitigada por el temor a las pérdidas o al castigo– conduce a burbujas de créditos y bonos que tarde o temprano revientan y generan pánico, creando la que ya es la mayor crisis financiera desde la Gran Depresión de los años treinta, ahora son comunistas que nacionalizan empresas y socializan sus pérdidas con el dinero de los ciudadanos. Así pues, los camaradas Bush, Paulson y Bernanke, con todo derecho, pasarán a los libros de historia como una troika de bolcheviques que transformaron a USA en la USSRA. De manera que debe dejárseles que se avergüencen en público por su hipocresía y fanatismo, que han causado tanto daño al mundo.
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