
En Wikipedia define el libre mercado de la siguiente manera:
El mercado libre es el sistema en el que el precio de los bienes o servicios es acordado por el consentimiento mutuo de los vendedores y de los compradores mediante las leyes de la oferta y la demanda. El concepto se opone al de mercado regulado, donde el gobierno controla las fuentes de suministros, los precios o la producción. Si en lugar del gobierno son una o varias empresas las que controlan alguna de estas tres cosas se hablará de monopolio u oligopolio, respectivamente.
Aunque en la situación de libre mercado el gobierno no fija o regula los precios, la implementación efectiva de libre mercado requiere que entre los participantes de la transacción comercial no haya coerción, ni fraude, de modo que todas las transacciones sean moralmente voluntarias y también que exista información perfecta y otras condiciones que garanticen la competencia perfecta.
Ahora, ¿cómo se explica lo que está ocurriendo con los precios del combustible? No encuentro otra conclusión que la de un adefesio de la economía del libre mercado.
El secretario general de la OPEP, Abdullah al-Badri, dijo esta semana tras conocerse la nueva marca histórica del petróleo (cifrada en $133 por barril y seguimos contando) que esos precios no tienen nada que ver con la oferta y la demanda, sino que son el resultado de la especulación y la debilidad del dólar. En otras palabras, estamos a expensas de especuladores ¿y qué hacen los gobierno y líderes mundiales para impedirlo? Nada, o hasta ahora muy poco, porque todo ha quedado en manos del libre mercado.
Aclaro que no estoy de acuerdo con la intervención del Estado en el mercado, porque está demostrado que en lugar de beneficiar terminan creando mayores crisis; ¿Cuál es mi punto? en términos prácticos es que si bien no apoyo la intervención del Estado, sí creo que el Estado debe de buscar maneras de garantizar precios más justos y no permitir la especulación, son dos cosas diferentes.
el secretario general de la OPEP fue claro al decir: "Incluso si aumentamos la producción mañana, los precios no caerán debido a la especulación y a la debilidad del dólar".
Y ese adefesio llamado especulación no solamente está acaparando el mercado petrolero, sino que está llegando al mercado de los alimentos y en este segundo punto, el impacto será mucho mayor.
Se está confundiendo el libre mercado con el libertinaje en el mercado.
la Cámara de Representantes de Estados Unidos está dando los primeros pasos, esta semana aprobó (con una votación de 324-84) una legislación que permitiría al Departamento de Justicia demandar a los países de la Organización de Productores de Petróleo (OPEP). La iniciativa debe pasar por las manos de George W. Bush, en la Casa Blanca, quien al final decidirá si la veta o no.
El proyecto de ley podría someter a los productores petroleros a las mismas leyes antimonopolio que deben seguir las compañías de Estados Unidos. Si se aprueba, esa ley impondría un impuesto del 25 por ciento a las ganancias extraordinarias de las empresas petroleras que no hagan inversiones en la exploración y desarrollo de nuevas fuentes de energía.
Esta semana el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos interpeló a los directivos de las grandes empresas petroleras acerca del precio de los hidrocarburos.
Los más altos ejecutivos de Chevron, Shell, ConocoPhillips, BP America y Exxon fueron citados por segunda vez este año por el Congreso para que expliquen las ganancias sin precedentes de sus compañías. Se defendieron diciendo que lo que opera es la regla de la oferta y la demanda. En esencia el libre mercado.
El mercado libre es el sistema en el que el precio de los bienes o servicios es acordado por el consentimiento mutuo de los vendedores y de los compradores mediante las leyes de la oferta y la demanda. El concepto se opone al de mercado regulado, donde el gobierno controla las fuentes de suministros, los precios o la producción. Si en lugar del gobierno son una o varias empresas las que controlan alguna de estas tres cosas se hablará de monopolio u oligopolio, respectivamente.
Aunque en la situación de libre mercado el gobierno no fija o regula los precios, la implementación efectiva de libre mercado requiere que entre los participantes de la transacción comercial no haya coerción, ni fraude, de modo que todas las transacciones sean moralmente voluntarias y también que exista información perfecta y otras condiciones que garanticen la competencia perfecta.
Ahora, ¿cómo se explica lo que está ocurriendo con los precios del combustible? No encuentro otra conclusión que la de un adefesio de la economía del libre mercado.
El secretario general de la OPEP, Abdullah al-Badri, dijo esta semana tras conocerse la nueva marca histórica del petróleo (cifrada en $133 por barril y seguimos contando) que esos precios no tienen nada que ver con la oferta y la demanda, sino que son el resultado de la especulación y la debilidad del dólar. En otras palabras, estamos a expensas de especuladores ¿y qué hacen los gobierno y líderes mundiales para impedirlo? Nada, o hasta ahora muy poco, porque todo ha quedado en manos del libre mercado.
Aclaro que no estoy de acuerdo con la intervención del Estado en el mercado, porque está demostrado que en lugar de beneficiar terminan creando mayores crisis; ¿Cuál es mi punto? en términos prácticos es que si bien no apoyo la intervención del Estado, sí creo que el Estado debe de buscar maneras de garantizar precios más justos y no permitir la especulación, son dos cosas diferentes.
el secretario general de la OPEP fue claro al decir: "Incluso si aumentamos la producción mañana, los precios no caerán debido a la especulación y a la debilidad del dólar".
Y ese adefesio llamado especulación no solamente está acaparando el mercado petrolero, sino que está llegando al mercado de los alimentos y en este segundo punto, el impacto será mucho mayor.
Se está confundiendo el libre mercado con el libertinaje en el mercado.
la Cámara de Representantes de Estados Unidos está dando los primeros pasos, esta semana aprobó (con una votación de 324-84) una legislación que permitiría al Departamento de Justicia demandar a los países de la Organización de Productores de Petróleo (OPEP). La iniciativa debe pasar por las manos de George W. Bush, en la Casa Blanca, quien al final decidirá si la veta o no.
El proyecto de ley podría someter a los productores petroleros a las mismas leyes antimonopolio que deben seguir las compañías de Estados Unidos. Si se aprueba, esa ley impondría un impuesto del 25 por ciento a las ganancias extraordinarias de las empresas petroleras que no hagan inversiones en la exploración y desarrollo de nuevas fuentes de energía.
Esta semana el Comité Judicial del Senado de Estados Unidos interpeló a los directivos de las grandes empresas petroleras acerca del precio de los hidrocarburos.
Los más altos ejecutivos de Chevron, Shell, ConocoPhillips, BP America y Exxon fueron citados por segunda vez este año por el Congreso para que expliquen las ganancias sin precedentes de sus compañías. Se defendieron diciendo que lo que opera es la regla de la oferta y la demanda. En esencia el libre mercado.
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