El polémico dirigente farabundista José Luis Merino o Ramiro Vásquez, por fin dio algunas declaraciones el día de ayer, luego que fuera abordado por los periodistas tras un encuentro por cuatro horas con la comisión política del FMLN y el candidato Mauricio Funes. Lo curioso es que Merino permaneció aislado en las oficinas centrales del Frente (el reconocido 13-16) por casi 12 horas, ahí desayuno y almorzó. Al final debió dar declaraciones porque la prensa no se alejaba del lugar.
Esto fue lo que dijo (según consigna La Prensa Gráfica): “Cuando yo nací, las guerrillas de las FARC tenían cinco años de existencia. Son las guerrillas más antiguas del continente, con la experiencia más grande que se puede imaginar sobre conspiración, para qué va a venir una organización guerrillera de esa naturaleza a pedirle ayuda a un guerrillero ya desmovilizado como yo. No tiene sentido.”
No creo que nadie crea que Ramiro es tan pero tan humilde que ponga en duda que él puede llegar a ser un enlace entre las FARC y traficantes de armas; se le creería si no se conociera su amplia experiencia en tácticas de guerrillas y en la organización de estos grupos.
La publicación da otro elemento que me parece importante y que cae por su propio peso: Sin embargo, pese a rechazar las vinculaciones, ni Merino ni los dirigentes del FMLN se atrevieron ayer a desligarse del grupo condenando sus actividades, e insistieron nuevamente en pedir una solución negociada al conflicto entre las FARC y el Gobierno colombiano.
Lo que creo es que Ramiro no está siendo sincero y que lo único que está intentando el FMLN es tratando de salir lo mejor librado, pero que en ningún momento pretenden ni separar de sus filas a Remiro ni mucho menos desligar sus nexos histórico con las FARC.
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