lunes, 16 de junio de 2008

Estamos llegando a un momento crítico, explosivo.

(FOTO LPG)
En medio de un nuevo impuesto (esta vez a las llamadas internacionales), sumado al abuso descarado de los buseros al aumentar el pasaje de forma ilegal, el alto costo de los combustibles y los alimentos, se ha suscitado este día un primer estallido de suma gravedad: la quema de dos buses en las inmediaciones de la Universidad de El Salvador (UES). Dicho sea de paso, los jóvenes que quemaron las unidades se refugiaron en la misma universidad...
Pero veamos el asunto por parte: La primera reacción de Genaro Ramírez fue gritar a los cuatro vientos que podrán dejar de circular sus unidades por la UES y dos aumentar aun más el cobro del transporte colectivo; curioso --e irresponsable-- me resulto que Ramírez reclamara que las gasolineras no sean quemadas...
El hecho que estén apareciendo grupúsculos de seudo estudiantes que quieren "hacer sentir su voz", no son más que expresiones de las viejas ideas del pasado y que aun están afincadas en extremistas que nunca dejaron el fusil que cargaron en sus espaldas y que ahora intentan "revivir" sus ideales en jóvenes que no se dan cuenta que lo único que hacen es repetir y seguir dogmas sin debate, sin cuestionamiento, sin análisis.
Salir y quemar buses es fácil, pero ¿se tiene capacidad de análisis de lo que está ocurriendo? ¿Tienen conciencia que están poniendo en peligro la estabilidad política del país? ¿acaso no abandonan la idea de buscar el poder mucho más allá de los votos? Tontos útiles, no son más que eso.
Ahora vamos a la parte de los buseros: Qué irresponsable la "sugerencia" de Genaro Ramírez que mejor quemen gasolineras. Ellos están recibiendo una dosis de su propia medicina. Ellos han demostrado que no respetan la institucionalidad con el aumento ilegal de los pasajes y, además, mofarse de las esquelas que reciben (falta por ver que los diputados salgan con otro "perdón de multas"). Ante acciones de hecho (aumento del pasaje) han provocado respuestas de hecho (quema de unidades).
¿Y el gobierno? Bueno, no está haciendo mucho para hacer funcionar la institucionalidad: Mientras se hacen del ojo pacho con el aumento ilegal de los pasajes, se inventa otro impuesto: un cobro adicional en las llamadas internacionales. El impuesto está confuso, porque mientras unos dicen que todo irá directo a los buseros, otros dicen que solo será una parte. No solo es cuestionable la creación del impuesto, también es cuestionable la forma como fue aprobado --sin discusión parlamentaria-- y lo poco transparente que es el destino del mismo. Solo una anotación más: tal como lo había previsto, la única salida "creativa" que se el Ejecutivo encontraría era un nuevo impuesto.
Todo ocurre en momento donde los combustibles en el país han aumentado un promedio de $1.12 dólares en lo que va del año y no parece que vaya a parar en poco tiempo, en La Unión el valor del diésel ya alcanzó los $5.30 por galón; esto está provocando, como "efecto cascada", el aumento del costo de la vida.

1 comentario:

  1. lo mas seguro es que ese Genaro sabe a lo que se atiene, algun compadrazgo tendra con los del Ministerio de transporte, o sera solamente un prestanombre para que no se sepa quienes son los verdaderos propietarios del transporte?

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