Que el PCN pague la multa, no los contribuyentes

¿Hasta dónde llega la desfachatez del PCN? Indudablemente no tiene límites. Basta con ver cómo dos pecenistas han confabulado para que los contribuyentes paguemos una multa de $350,000 dólares por cancelar una licitación adjudicada, y todo para no auditar la Corte de Cuentas de la República, como lo publica este día LPG (http://www.laprensagrafica.com/nacion/1082017.asp)

Son 12 años, DOCE AÑOS, sin hacer cumplir la ley que los mismo diputados reformaron para que el "ente contralor" fuera auditado una vez al año por el Primer Órgano del Estado. La reforma fue histórica y daba esperanzas que la institución dejara de ser manejada como hacienda. Pero no fue así, se vio bonito en el papel, pero en la práctica es lo contrario.

¿Por qué digo confabulación? Primero porque quien autorizó y luego canceló unilateralmente la licitación que avalaba auditar la Corte de Cuentas fue el máximo dirigente de las manitas: Ciro Cruz Zepeda Peña; y segundo porque quien impidió la entrada de los auditores independientes bajo un tecnicismo fue otro alto dirigente pecenista y presidente del ente contralor: Rafael Hernán Contreras.

Pero vamos a los hechos. La Asamblea adjudicó en diciembre de 2004 a la firma Consorcio Castellanos Campos & Corpeño Asociados para que auditara los períodos 1999, 2001 y 2003 de la Corte de Cuentas. La ley concede cinco días hábiles para que se entregue a la firma contratada la "orden de inicio" de la obra (en este caso la auditoría) Pero pasa el período de ley y la firma en un intento de solventar la situación se presenta ante la Corte de Cuentas para explicar que serán ellos los designados a evaluar las finanzas y los procesos internos del ente contralor gubernamental. La reacción inmediata de Contreras fue enviar una carta a Ciro Zepeda para reclamar la falta de la orden de inicio, además de reclamarle que la firma auditora autorizada a realizar la auditoría no estaba inscrita en la misma Corte de Cuentas.

Verdad a medias. El consorcio designado lo conforman dos firmas auditoras que, por separado, están autorizadas por la misma Corte de Cuentas para ejecutar procesos contables externos, pero unidos no. Lo curioso es que la misma ley reformada que permitía auditar al ente contralor, también establece que solo la contraloría puede autorizar a las firmas que operan en el país y eso deja amarrado el hecho que la Corte de Cuentas es juez y parte, porque es la única que puede autorizar quien la audite y si no le gustan los resultados bien puede esa firma en el siguiente año perder la posibilidad de continuar autorizada.

Lo curioso es que en ese año 2004, cuando la Asamblea autoriza la auditoría, el PCN ascendió de los infiernos, resucitando a la vida política tras un fallo salvador emitido por la Corte Suprema (dirigida por otro gran "amigo" de ese partido: Agustín García Calderón) . Todo ocurrió luego que Rafael Machuca no lograra captar los votos necesarios en la contienda presidencial para que el partido continuara con vida política. Una de las citas más memorables durante la campaña de Machuca fue el reclamo público que hizo a sus compañeros: “No puedo trabajar con diputados mediocres ni alcaldes haraganes.” Pero ese mismo año fue más que agitado para el PCN, cuando en octubre trascendió un pleito interno que llevó a Elizardo González Lovo a ser separado de la junta directiva de la Asamblea por el otro pecenista Antonio Almendáriz. Eso sin contar que en septiembre el propio Ciro Zepeda debió rendir cuentas al interior del partido de las manitas por la derrota electoral sufrida por su candidato Machuca para mantenerse en el cargo de secretario general por tres años más. No me sorprendería que en esos cuestionamientos internos Contreras

haya sido uno de los más críticos y que de ahí él tomara la decisión de autorizar la auditoría a la Corte de Cuentas; aunque en esto solo pienso en voz alta.

La verdad que no es posible que los contribuyentes tengamos que pagar por los revanchismos internos de un partido, por mí, que el PCN pague esos $350,000 dólares de sus bolsillos.