
En lo personal quiero reconocer la labor de todos en la figura de una gran colega, amigo y maestro de muchos: Francisco Campos.
Aún recuerdo el primer día que tuve la dicha de realizar una cobertura periodística junto a Chico Campos (como le decimos) en 1995, de hecho, era su primer día en La Prensa Gráfica. Se trataba de una marcha de desmovilizados que exigían indemnizaciones y otra serie de cosas. Ese día la caminata de unos 500 hombres, mujeres y niños serpenteó las calles capitalinas hasta llegar al lugar donde se encontraba la oficina de atención a los desmovilizados, allá por el edificio Seiko (en la zona del IPSFA, Flor Blanca, etc.)
Luego de horas de tensión y forcejeos con la PNC llegó la orden de desalojo a la UMO, la unidad estaba estrenando equipo nuevo que incluían bombas lacrimógenas y disparos con balas de goma. La tragedia llegó rápido de la mano de la muerte, cuando uno de los que protestaba recibió un impacto directo en el pecho de una bala de goma, la cual por la cercanía entre el agente y la víctima, fue similar a un impacto con un arma de fuego convencional. El hombre cayó desplomado en la acera, agonizando... herido de muerte. Todos se dispersaron y el hombre quedó tirado y muerto casi de inmediato. Fue entonces que Chico Campos observó la escena y la captó con su lente: la figura del hombre tendido en primer plano y al fondo la UMO dispersando y capturando al resto de protestantes.
La escena captada por Chico Campos fue la portada del periódico del día siguiente y sintetizaba la tragedia del día anterior. Ese día conocí de cerca a Chico Campos. Hombre de palabras armoniosas y con una capacidad de observación que lo traduce desde la visión desde su objetivo y accionando el obturador.
Campos comenzó en el periodismo cuando yo apenas era un niño y aunque no inició como fotoperiodista propiamente dicho, sí llevó desde pequeño la espinita de capturar la luz en sus venas, preguntándole sobre cuál fue su primera cámara me comenta que la abuela (una anciana que vivía en su barrio de infancia y a la que todos llamaban así) puso en sus manos por primera vez una cámara en ese momento ya antigua, de esas que ahora vemos en los estantes o adornando sitios especiales por su curiosa figura; pero al insistirle sobre su primera cámara propia recuerda una Minolta de 35mm.
Ingresó a la Universidad a estudiar periodismo, pero los acontecimientos político-sociales del momento lo empujó a pasar a formar parte de los periodistas que dieron cobertura y plasmaron para la historia nuestra fratricida guerra civil, trabajó en radio, diario El Mundo y luego en France Press como corresponsal. En esta etapa de su vida no puedo dejar de mencionar una triste experiencia que Chico cuenta ahora de forma más anecdótica: la captura que sufrió de manos de la desaparecida Policía de Hacienda por cumplir con su trabajo periodístico.
Este hombre que gusta de la lectura, de francas palabras y que siempre está informado (porque sabe que como fotoperiodista debe de mostrar con imágenes la realidad de las personas) es uno de los salvadoreños que más portadas ha logrado en los más prestigiosos y variados periódicos del mundo con una fotografía periodística. Esa la captó el 16 de enero de 1992, frente a la Plaza Gerardo Barrios, durante la celebración de la firma de los Acuerdos de Paz; en ella aparecen unas mujeres soltando una paloma blanca con la catedral de fondo. (Esta es la foto de Chico Campos)
En tiempos digitales la obra de Chico Campos ya no es víctima de la Policía de Hacienda, ahora es víctima de plagiadores, como ocurrió con un joven que "retomó" una fotografía de Campos, le pasó un filtro con un programa para retocar fotografías, la presentó en un concurso y fue premiado. Pero él no se lo toma con rencor, sino como anécdotas que acumula en su vida.
Chico define su vida de esta forma: "Mi vida es un rollo fotográfico a medio revelar, todavía falta la otra mitad por descubrir".
Francisco no es de aquellos que recién saliendo de la universidad ya se creen los sustitutos de García Marquez, al contrario, con mucha humildad (y con trabajo de campo, demostrando con hecho lo que sabe) sigue enseñando con humildad a nuevas generaciones de fotoperiodistas y a los periodistas mismos a cómo visualizar la realidad de un país, atrapando la luz y plasmarla --ya no en un negativo-- sino en una tarjeta fotográfica. Felicidades a todos los colegas en su día y en especial a este gran fotoperiodista.

Esta es la portada a la que hice referencia. Pueden leer una entrevistas que le hizo El Faro a Chico hace un par de años y otras cosas más:
- “En la guerra muchos fueron corresponsales desde el escritorio”
- La lente de Francisco Campos al servicio de la mujer
Feliz Día del periodista a todos. Nadie puede discutir que Chico Campos es uno de los mejores representantes del fotoperiodismo en el país, con su cámara ha plasmado grandes momentos de la historia de este país. Una persona humilde con mucho que dar en el fotoperiodismo y un buen amigo a quien saludo y agradesco la oportunidad que me dio hace 5 años de formar parte del equipo de trabajo que el condujo.
ResponderEliminarFelicidades Alfredo por el post sobre Chico Campos. Personalmente considero a Chico el mejor fotoperiodista de este país, porque a pesar de su trayectoria, es un periodista sin las típicas poses de "san vergón" que muchos de nuestros colegas adoptan con mucha frecuencia. Me enorgullece también haber compartido algunas coberturas con Campos. Saludos
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