Los mismos nombres, los mismos rostros, las mismas acciones y buscando los mismos fines: más dinero.
Pueda que justifiquen malos tratos o que hay abusos por parte de los jueces, pero la verdad que los sindicalistas de Anejus de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) lo único que logran es lacerar la ya requebrajada imagen de la justicia que todos tenemos.
Monseñor Romero decía con justa razón: “La justicia es como la serpiente, porque muerde al descalzo”. A más de dos décadas de su señalamiento, muy poco ha cambiado.
Y seguirá así mientras los partidos políticos sean siendo quienes eligen (bajo negociación con criterios partidistas) a los magistrados de la Corte Suprema y que estos, a su vez, continúen permitiendo el chantaje de los sindicalistas.
Como ya se informaba el 8 de julio anterior, a los sindicalistas la Corte Suprema les concedió “complementos salariales” (qué cómico, en el máximo tribunal de justicia del país el chantaje tiene nombre) entre los $80 y $150 dólares, el pago se viene efectuando desde abril pasado y es aplicado para algunos empleados judiciales; a pesar que ni oficial ni legalmente la Corte no tenía previsto ningún aumento para 2008.
De acuerdo con un documento, solo la presidenta de Anejus ha recibido un “sobresueldo” de $144 dólares.
Para ganar más de $500 no se necesita de enseñanza universitaria o de título como técnico. Al menos no en la Corte Suprema de Justicia. Los motoristas ganan un poco más de $650 y las secretarias categoría 1 rondan los $657; pero las secretarias categoría 7 devengan un salario que supera los $1,500.
Pero al sacar la media del salario que se paga a los empleados de la Corte Suprema, sin tomar en cuenta lo que ganan los magistrados y el presidente de la institución, se tiene que la mayor parte de los empleados tiene un sueldo que ronda entre los $1,500 y $1,700 por mes.
¿Les parece justo que son salarios de este tipo la Corte Suprema sea tan permisiva con este grupo de sindicalistas que tienen tomado el Centro Judicial capitalino y están entorpeciendo las labores del resto que quiere dedicarse a su trabajo? No, allí mandan los que imponen el desorden, deberían adoptar el eslogan: Imperio del desorden.
¿A dónde queda la tan afamada “pronta y cumplida justicia”? En el cesto de la basura. Sino veamos lo que publica este día EDH sobre un caso de disputa de una herencia por tres propiedades en La Unión entre dos hermanas que ya lleva 22 años esperando una sentencia; hasta mentira o cuento de hadas puede ser.
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